El 30 % reporta barreras estructurales graves y el 94 % de esta población percibe barreras actitudinales, esto quiere decir que “piensa que puede manejar la enfermedad sola o le da pena acudir a tratamiento”.
La mala salud mental representa el 18 por ciento de todas las enfermedades y afecta a alrededor del 30 por ciento de la población de México, lo que significa que tres de cada 10 personas experimentarán una enfermedad mental en algún momento de sus vidas, advirtió un experto el sábado.
La psicóloga María Elena Medina-Mora también comentó durante su participación en el simposio del Colegio Nacional de México “Salud Mental Cerca de Todos” que “las personas con problemas graves de salud mental mueren 15-20 años más jóvenes, tienen mayores tasas de desempleo y son más pobres que los población general.»
Sin embargo, el experto dijo que existen varias barreras para la atención de la salud mental en México, con un 26 a 42 por ciento de pacientes con trastornos moderados a severos que no requieren tratamiento.
Además, el 30 % reporta barreras estructurales importantes y el 94 % de esta población ve barreras de actitud, lo que significa que «piensan que pueden manejar la enfermedad por sí mismos o les da mucha vergüenza buscar tratamiento».
Además de lo anterior, la retirada de tratamientos. «Se ha establecido que la fuga ocurre en las dos primeras visitas y está más relacionada con la falta de protección financiera», explicó.
Según la Dra. Medina-Mora, un paciente necesita ver a ocho especialistas para creer que un tratamiento es beneficioso en un 90 por ciento, y muy pocas personas lo hacen.
El primero “nos informa de la necesidad de pensar cómo podemos cambiar la experiencia del tratamiento, entender su duración y evitar la expulsión. Y sobre todo, mirar cómo podemos trabajar más con lo que necesita el paciente y menos con lo que hacen los médicos”.
Javier Amado Lerma, director del Centro de Salud Mental Comunitaria y Adicciones del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz (Inprfm), dijo que la salud mental es el bienestar general y un derecho humano básico y que «estos son factores individuales, familiares, comunidad y factores estructurales que pueden proteger o dañar el bienestar”.
El experto señaló que las personas con problemas mentales moderados necesitan ser multidisciplinarios, es decir. tratamiento farmacológico y no farmacológico; pero cuatro de cada 10 tienen una enfermedad grave que puede considerarse una crisis psiquiátrica, indicando un nivel dos o tres.
“El residente vive en la falta de tratamiento y atención, las necesidades de quienes acuden a los servicios de salud mental no son atendidas”, denunció.
Comentó que los servicios también están saturados, y el aumento de enfermedades graves aumenta los costos y aumenta el riesgo para la salud física y mental de los trabajadores de la salud.
Shoshana Berenzon del Departamento de Investigaciones Epidemiológicas y Psicosociales del INPRFM señaló que “lamentablemente la salud mental no tiene un rol prioritario en el sistema de salud, pero hay que luchar para que sea una agenda prioritaria y por ende avance”. .