Estos son los aspectos de los que se tiene que estar alerta respecto a las inteligencias artificiales de acuerdo con la OMS.
Aunque se ha hablado mucho en las últimas semanas sobre la inteligencia artificial (IA), lo que puede hacer y cómo se puede utilizar, lo cierto es que mucha gente no está familiarizada con la tecnología.
Es por ello que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una serie de advertencias y recomendaciones sobre los peligros que plantea la inteligencia artificial.
¿Cuáles son los riesgos de la inteligencia artificial? La advertencia de la OMS es utilizar el modelo de lenguaje de la inteligencia artificial, cualquiera que sea, con cuidado para «proteger y promover la seguridad, la autonomía y el bienestar humanos y para preservar la salud pública».
Según la OMS, el uso de la inteligencia artificial puede generar errores por parte de los profesionales del sector de la salud, causar daños a los pacientes y debilitar la confianza en la inteligencia artificial. Además, la realización de estos beneficios potenciales puede retrasarse.
Así, la OMS señala que las primeras áreas que requieren una amplia investigación para utilizar este tipo de tecnología de forma segura, eficaz y ética son:
*La información utilizada por la inteligencia artificial está distorsionada, lo que daría lugar a información engañosa o inexacta que amenazaría la salud, la igualdad y la inclusión.
*Los grandes patrones de lenguaje generan respuestas que pueden parecer autorizadas y confiables para el usuario final; pero es posible que las respuestas estén completamente equivocadas o contengan errores graves, especialmente relacionados con la salud.
*Los modelos de lenguaje extenso se pueden entrenar con datos no consensuados y es posible que no protejan los datos confidenciales (especialmente los datos de salud) que un usuario ingresa en una aplicación para generar una respuesta.
*Dichos modelos pueden usarse indebidamente para producir y distribuir desinformación altamente persuasiva en forma de contenido textual o audiovisual que el público no puede distinguir fácilmente del contenido de salud creíble.