La compañía trabaja en estrategias para reducir la cantidad de datos que se recoge de los usuarios y al mismo tiempo garantizar la viabilidad de la publicidad personalizada
Una de las grandes críticas que se suele hacer del sistema operativo para móviles Android, el más usado del mundo (presente en el 84% de los dispositivos vendidos en 2020, según la consultora IDC), es su falta de privacidad en comparación con otros. El de Apple, por ejemplo, introdujo el año pasado una modificación importante: los usuarios pueden elegir si quieren que las aplicaciones que instalan en su teléfono les rastreen o no. Google busca revertir la situación. Según ha anunciado hoy la compañía, está trabajando en un nuevo entorno de privacidad que mejore la protección de los usuarios y al mismo tiempo siga haciendo posible la publicidad dirigida o personalizada.
Los mencionados ID son identificadores únicos que se generan para cada dispositivo, una especie de matrícula a la que se asocian el resto de datos recopilados sobre su dueño. Historial de búsquedas, compras realizadas, momentos del día con mayor actividad, juegos preferidos o interacciones con amigos es solo parte de lo que queda ahí reflejado. La organización de ciberactivistas que dirige Max Schrems, el abogado austriaco que consiguió que las grandes tecnológicas deban mantener los datos de los europeos en territorio comunitario, demandó el año pasado a Google y Apple por usar estos identificadores de rastreo sin advertir de ello a los usuarios.
Google explora también incluir medidas de refuerzo a la privacidad tecnologías que reduzcan la posibilidad de recopilar datos de forma encubierta. Se refiere aquí al rastreo de la llamada huella digital del dispositivo o del navegador, un procedimiento totalmente opaco para el usuario por el que se generan identificadores únicos de las personas en función por ejemplo de cuánto tarde un navegador en abrir un archivo pdf o de qué tipos de solicitudes de información haga el navegador al servidor. Estos procesos suceden más allá de la plataforma, en este caso Android. Google no ha dicho todavía cómo va a combatir estas intrusiones.
La compañía se da ahora un año para desarrollar este nuevo entorno de protección, a cuyo desarrollo ha invitado a la industria. Según sus propias previsiones, el nuevo entorno de privacidad debería estar listo para probarse (fase beta) a finales de año y lanzarse definitivamente en 2023.
Preparando el escenario ‘post-cookies’
El anuncio de Google se produce apenas un mes después de que la propia compañía revelara cambios importantes en su estrategia para extraer información de los usuarios. El gigante de Mountain View tiene decidido que su navegador Chrome, que con una cuota de mercado del 66% es el más usado del mundo, dejará de lado las cookies de tercera parte en 2023. Las cookies son los archivos de rastreo que acumulamos en nuestros dispositivos cuando navegamos por internet y que luego recopilan las empresas para obtener datos sobre los internautas.
La idea de Google es que desde 2023 solo se registren cuáles son los cinco temas principales presentes en las webs por las que haya transitado el internauta en la última semana a través del navegador Chrome. Estas temáticas serán visibles para el usuario, que podrá eliminarlas. O lo que es lo mismo: se le dará la opción de decidir no participar en el sistema de rastreo.
Este modelo se aplicará también en el entorno Android, señalan desde la compañía, si bien se complementará con otras medidas que están todavía en desarrollo.