En la Ciudad de México, la Comisión de Búsqueda local tiene poco personal, material y múltiples omisiones.
«Es roca volcánica, aquí ni siquiera se puede excavar y allí no se puede enterrar», dijo Carmen Volante, la madre de la búsqueda, a un miembro del comité de búsqueda de la Ciudad de México.
Un trabajador intenta retirar unas grandes ramas incrustadas en la roca volcánica del suelo del Ajusco. Carmen le dice en voz alta que no puede haber restos ni nadie a quien enterrar, y le aconseja que reserve los 40 minutos que piensa utilizar para sacar los restos del árbol.
A través de esta conversación, la madre explica que sabe más sobre la búsqueda que la propia Comisión de Búsqueda de la Ciudad de México, encargada de preparar e implementar programas para encontrar personas desaparecidas en la capital.
CDMX también busca personas desaparecidas
Carmen, integrante del colectivo Hasta Encontrar CDMX, busca a su hija Pamela Gallardo, quien desapareció el 5 de noviembre de 2017 en el kilómetro 13.5 del Ajusco, donde asistía a un concierto. La frustración que le generó la intención del comisario de buscar restos en la roca volcánica es una de las tantas que experimentó durante los dos días que le dieron para encontrar rastros de su hija Ajusco.
Los buscadores señalan que en México se enfrentan a una comisión que carece de personal, de recursos y comete una serie de omisiones.
Por ejemplo, el 23 de mayo, la búsqueda de Pamela comenzó alrededor de las 10 a. m., en lugar de las 7:30 a. m. previstas, mucho antes, para evitar que las lluvias de la tarde interfirieran con el trabajo. La tormenta llega a las 13:00 horas. y la búsqueda se cancela. «Fueron sólo tres horas de trabajo», se queja Carmen. Y por un trabajo mal hecho, añadió luego, porque los polígonos a buscar estaban desmarcados y desorganizados, cuántas personas por equipo peinaron las zonas, y no se llevaron suficientes herramientas.
Es una simulación de lo que dicen que están buscando.
Edwin Alan Piñón González, abogado del grupo de acción de derechos humanos involucrado en el caso de Pamela, dice que la búsqueda fue planificada por varios grupos de trabajo de autoridades durante siete meses para organizar todo para señalizar los polígonos.
«Lo que está pasando aquí es una simulación, dijeron que hay un par de perros y casi nadie. La Guardia Nacional llegó a las 11 de la mañana, cuando es importante que estén ahí para mantener a todos a salvo, con grupos del crimen organizado en la zona». El comité de búsqueda local sólo consigue que lleguen unas 10 personas, cuando deberían venir unas 50 para revisar los polígonos previstos, pero no tienen suficiente personal. Y no el equipamiento necesario, afirma el abogado. – Deberían haber traído escáneres para comprobar la presencia de esqueletos de un metro de profundidad, pero no los tienen. No traen lo suficiente y lo básico, que son halcones, palas, rastrillos, guantes, no nos alcanzó a todos los que vinimos”.
La Comisión, sus recursos y su negligencia
Evaluar el trabajo del comité de búsqueda de la Ciudad de México es difícil porque falta información, no se proporciona o solo está disponible parcialmente.
En cuanto al número de sus empleados, dijo que en su «estructura» sólo hay 11 personas, incluido el titular Enrique Camargo, quien asumirá el cargo en abril de 2022. La lista incluye sólo a gerentes y asistentes regionales, sin decir si hay más empleados y cuánto trabajan.
Respecto a cuánto se presupuestaron para cada año y cuánto se gastó finalmente, la comisión respondió que por ejemplo para 2020 se presupuestaron 17 millones 172 mil pesos, que al final fueron solo 9 millones 650 mil pesos. Según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas e Ilocalizables del gobierno federal, 718 personas desaparecieron en la capital ese año.
Hace un año, en 2022, el presupuesto era de 22.373.000 pesos, de los cuales al final solo se gastaron 17.806.000 pesos, pese a un déficit de 1.375 el año pasado.
El segundo día de la postulación de Pamela Gallardo en la CDMX
En aras de la transparencia, también se preguntó a la comisión qué recursos materiales tiene y respondió sin dar cifras que tiene: picos, palas, radar de penetración terrestre (que no condujo a la búsqueda de Pamela), un dron ( es decir, una unidad, GPS, cuerdas para hacer rappel, cascos, lámparas, pantalones, rastrillos, ganchos, palancas, machetes, p.e.
Los grupos y la escasa información proporcionada hablan de las omisiones de este comité de búsqueda de capital. Jacqueline Palmeros del colectivo una Luz en el Camino, quien busca a su hija Jael Montserrat Uribe Palmeros, de 23 años, dice que en la CDMX las autoridades trabajan duro en las desapariciones invisibles, por lo que insisten en que solo se van para eso los que salieron voluntariamente. problemas familiares o celebraciones.
Quieren dar la impresión de que todo el mundo se va porque quiere y trabajan hasta tarde sin seguir protocolos. Hay olvido, indiferencia y negación en el problema de la desaparición de la Ciudad de México
El artículo 58 de la Ley General sobre Desapariciones Forzadas, Desaparición de Personas y Sistema Nacional de Localización establece que las comisiones locales de búsqueda deben contar con un análisis contextual que elabore informes que incluyan elementos sociológicos, antropológicos y victimológicos de los procesos.
Esto es para búsquedas más efectivas, pero cuando solicitó a la comisión capitalina que cada año presentara informes sobre las mismas, solo proporcionó el enlace http://comisiondebusqeda.cdmx.gob.mx/informes, donde no pudo encontrar dichos documentos.