Martí Batres, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, consideró que el tema del supuesto crematorio clandestino fue un montaje frustrado y algo con lo que se buscó lucrar políticamente.
El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Martí Batres, jefe de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX), han acusado recientemente de montaje y tráfico con el dolor humano en relación al supuesto crematorio clandestino ubicado entre las alcaldías Tláhuac e Iztapalapa. Este caso fue reportado por Ceci Flores, presidenta fundadora de Madres Buscadoras de Sonora.
En su conferencia mañanera, el presidente López Obrador declaró que no se debe traficar con el dolor humano y señaló que las personas que encontraron el presunto crematorio clandestino son del bloque conservador. Comentó: “Antier salió que habían encontrado un crematorio, pero vinieron de Sonora y de Chihuahua y pues personas que no nos quieren a nosotros y que pertenecen al bloque conservador, que desde luego defienden causas que son muy justas. Imagínense, ¿cómo no pensar en la desaparición de un ser querido? ¿Quién va a estar en contra de eso?”.
La noticia relacionada menciona que Madres Buscadoras de CDMX dudan de la existencia de un crematorio clandestino en Tláhuac. López Obrador solicitó a Martí Batres, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, que explicara lo que ocurrió después de que se dio a conocer la información sobre el supuesto crematorio clandestino. Batres detalló que inmediatamente se empezó a trabajar con varias instancias, incluyendo la Secretaría de Seguridad Ciudadana y la Comisión de Búsqueda de la Ciudad de México, además de la Fiscalía capitalina. Aunque no se buscó trabajar con las autoridades inmediatamente, como esta información constituye lo que jurídicamente se llama noticia criminal, comenzaron a trabajar luego, luego, varias instancias, la Secretaría de Seguridad Ciudadana y la Comisión de Búsqueda.
Es importante que las autoridades investiguen a fondo este caso para esclarecer los hechos y garantizar la justicia para las posibles víctimas y sus familias. El tráfico con el dolor humano es una grave violación de los derechos humanos y debe ser abordado con seriedad y transparencia.