López Obrador considera que republicanos extremos quieren aprovechar el tema migratorio con propósitos electorales.
El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) consideró un fracaso la construcción del muro fronterizo de Texas con Estados Unidos -como anunció la administración de Joe Biden- y dijo que los republicanos están ejerciendo una presión muy fuerte sobre su homólogo estadounidense.
En conferencia de prensa esta mañana comentó que discutirá el tema con una delegación de funcionarios de Washington en México, encabezada por el canciller Antony Blinken.
«Es lo contrario de lo que dijo el presidente Biden. Es el único presidente (en Estados Unidos) hasta ahora que no ha construido un muro.
Aún no se ha construido, es una propuesta», añadió. López Obrador hizo estas declaraciones minutos antes de recibir a la delegación de Blinken en Palacio Nacional; el ministro de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas; El fiscal general Merrick Garland y la asesora de seguridad nacional de la Casa Blanca, Elizabeth Sherwood-Randall.
Las conversaciones de seguridad de alto nivel entre México y Estados Unidos se producen un día después de que Washington ordenara el refuerzo «inmediato» de un muro fronterizo en el Valle del Río Grande, la región con la mayor concentración de inmigrantes ilegales. Especialmente sobre la última migración.
Si bien López Obrador atribuyó la medida a presiones de republicanos «extremistas», también la calificó de «regresiva».
Actúan de manera muy irresponsable y presionan muy fuerte al presidente Biden, que siempre cuenta con nuestro apoyo, pero la autorización para construir el muro es un fracaso porque no resuelve el problema, pero hay que encontrar las razones.
«Entiendo que en Estados Unidos hay mucha presión por parte de grupos políticos de extrema derecha, especialmente aquellos que quieren explotar el fenómeno de la inmigración y el consumo de drogas con fines electorales. Hay mucha política a medida que se acercan las elecciones”, reflexionó.
El jefe del Gobierno federal también afirmó que algunos republicanos son intolerantes y estúpidos y «piensan en cómo llegan al poder, en cómo siguen siendo representantes, en cómo su partido gana la presidencia, algo maquiavélico».
La delegación estadounidense llega mientras México y Centroamérica enfrentan lo que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) dice que es una ola de migración «sin precedentes», con hasta 10.000 migrantes llegando a la frontera de Estados Unidos, según López Obrador.
Durante la visita, que comenzó el miércoles con la reunión migratoria de la canciller mexicana, Alicia Bárcena, también se discutirá el comercio de fentanilo y el acuerdo México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), precisó el mandatario.
Tras esta reunión del jueves, Blinken y Bárcena ofrecerán una rueda de prensa conjunta. López Obrador dijo que apoyaría su propuesta de «inversiones en Centroamérica y en toda América Latina y el Caribe para abordar las causas de la migración».