El cambio climático afecta la salud y genera la expansión de enfermedades tropicales y parasitarias a nivel global.
La crisis climática puede contribuir a la propagación de enfermedades tropicales y parasitarias en humanos, que, según Santiago Mas-Coma, presidente de la Federación Mundial de Medicina Tropical y experto de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es «compleja y heterogénea». un fenómeno que es demasiado tarde para revertir».
La sequía cambia la nutrición
Más-Coma encabezó una expedición oficial de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a Bolivia, donde analizó los efectos de la sequía a cuatro mil metros sobre el lago Titicaca en una zona rural sin padre.
Esto cambia la forma en que la población sobrevive, aumentando el riesgo de que las enfermedades animales se transmitan a los humanos.
Dependiendo de los cultivos, ahora dependen del ganado vacuno y el número de vacunos y ovinos ha aumentado significativamente.
El efecto de la lluvia
Por el contrario, desde Pakistán hasta Filipinas, se ha convertido en el “punto caliente del mundo”, pero no por las altas temperaturas, sino por las lluvias, donde los monzones son abundantes y pueden provocar epidemias de enfermedades transmitidas por el agua. . . . Un catedrático de parasitología de la Universitat de València (UV) destaca que el aumento de la temperatura del agua en océanos y mares, como el Mediterráneo, es «muy preocupante».
Respecto a las enfermedades transmitidas por vectores provocadas por artrópodos, insectos o moluscos, el experto explica que un cambio de temperatura “cambia las poblaciones de estos vectores”.
Contribuir a este crecimiento significa que “tienes más poblaciones de vectores y más transmisión de la enfermedad, y por tanto aumenta la prevalencia e intensidad, y al mismo tiempo, se amplía la distribución geográfica”.
En cuanto a los vectores, señala que son invertebrados que sobreviven a una determinada temperatura mínima y máxima, por lo que “cuando cambia el régimen de temperatura, también lo hacen las poblaciones de estos vectores”.
¿Hay alguna razón para preocuparse? Más-Coma da un «no» rotundo a la pregunta de si se puede revertir la situación.
La gente necesita entender que hemos aguantado demasiado y estamos hablando de un fenómeno que tiene demasiado poder. El hombre no puede cambiar las cosas a tal escala, es imposible.
Sin embargo, afirma que es posible mitigarlo, pero para lograrlo, los responsables de las agencias tendrían que ponerse de acuerdo en el tema, lo que no considera posible.
Los científicos gritamos y no paramos de publicar internacionalmente sobre las consecuencias de todo esto para decirles a los gobernantes que o actúan en consecuencia o saldremos todos muy mal.