México, entre las diez primeras políticas del mundo para la igualdad de género

Actualmente, las mujeres dirigen importantes carteras de derechos humanos, igualdad de género y protección social, mientras que los hombres dominan áreas como la defensa y la economía.

Hoy en día, un número sin precedentes de mujeres en todo el mundo se postulan para cargos políticos y los obtienen. Su participación y liderazgo equitativos en la vida política y pública son esenciales.

Creado por la Unión Interparlamentaria (UIP) y ONU Mujeres, el mapa Mujeres en la política: 2023 contiene nueva información sobre las mujeres en puestos de liderazgo y parlamentos nacionales al 1 de Enero de 2023.

Los datos muestran que las mujeres están subrepresentadas en todos los niveles de toma de decisiones en todo el mundo y que la igualdad de género en la vida política aún está lejos de lograrse. Las mujeres son jefas de estado y/o de gobierno en sólo 31 países.

Las mujeres representan 26,5 � escaños parlamentarios. En el mundo, menos de uno de cada cuatro ministros es mujer (22,8%).

Nuevos datos muestran que las mujeres lideran cuestiones clave de derechos humanos, igualdad y protección social; mientras que los hombres dominan sectores como la defensa y la economía.

México y las mujeres en la política
México es uno de los países políticamente más igualitarios del mundo. Ocupa el puesto 26 y tiene ocho ministras. Es el cuarto país del mundo en términos de representación femenina en el parlamento: 250 en la Cámara de Diputados y 64 en el Senado de la República.

Según el Índice de Mujeres y Mujeres en Política Exterior del CFR, que clasifica a 193 estados miembros de la ONU según su progreso hacia la igualdad de género en la participación política, México se ubica entre los 10 primeros:

  1. Islandia
  2. Costa Rica
  3. Noruega
  4. Finlandia
  5. Andorra
  6. Nicaragua
  7. Nueva Zelanda
  8. Ruanda
  9. México
  10. Suecia

El estudio enfatiza que el liderazgo femenino promueve la igualdad, la equidad y la estabilidad mutuas. Y cuando las mujeres constituyen una masa crítica de legisladores (alrededor del 25-30%), es más probable que cuestionen las convenciones y agendas políticas establecidas.

También señala que es más probable que las mujeres crucen líneas partidistas para encontrar puntos en común. Un estudio realizado por el Senado de Estados Unidos encontró que las senadoras tienen más probabilidades de trabajar en campos opuestos y presentar más proyectos de ley que sus homólogos masculinos.

Igualdad y bienestar social
Se ha demostrado que las legisladoras son más propensas a apoyar políticas que apoyen la igualdad y el bienestar social.

Este índice garantiza:

Los parlamentos con más mujeres han adoptado políticas climáticas más fuertes. Durante la pandemia, los gobiernos liderados por mujeres están respondiendo con medidas rápidas, efectivas y socialmente inclusivas. Los parlamentos con una mayor proporción de legisladoras también tienen más probabilidades de adoptar e implementar legislación que promueva la igualdad.

Solidez
La participación de mujeres en las mesas directivas promueve la estabilidad. Un estudio concluyó que, en promedio, la respuesta de un país a una crisis internacional con violencia es casi cinco veces menos probable cuando la representación de las mujeres en el parlamento aumenta en un 5 por ciento.
En países donde la representación de las mujeres en el parlamento se asocia con un menor riesgo de guerra civil y un menor número de violaciones de derechos humanos por parte del Estado, como desapariciones, asesinatos, encarcelamiento político y tortura.

En muchos países, las estructuras institucionales y los sistemas políticos continúan limitando la capacidad de las mujeres para influir en la política. Las mujeres no son un grupo homogéneo y no todas las líderes femeninas son cooperativas, pacíficas o están a favor de leyes que fortalezcan la igualdad de género.

Ser la primera mujer elegida como líder a menudo significa navegar por estructuras previamente dominadas por hombres, lo que puede conducir a cautela política en lugar de cambios de políticas. En cualquier caso, la evidencia sugiere que algunas barreras están aumentando. A medida que aumentó el número de mujeres que se postulaban para cargos públicos, también aumentó la violencia física y la violencia en línea contra las mujeres en la política.
Sin embargo, estos reveses han alentado a las mujeres en muchos países a participar políticamente y conectarse a través de redes globales en crecimiento. A medida que crece el número de mujeres líderes, ayudan a inspirar y empoderar a otras para ingresar a la arena política.