México, un país de alto riesgo para los ambientalistas

México se ha convertido en uno de los países más peligrosos de América Latina para defensores del medio ambiente; en lo que va de 2023, al menos siete han sido asesinados

En los últimos años, nuestro país se ha convertido en uno de los activistas ambientales más peligrosos. Las personas comprometidas con la protección de los recursos naturales son blanco fácil de los grupos delictivos organizados que los explotan con impunidad.
Al menos 24 ambientalistas han sido asesinados desde 2022, sumándose a la lista cada vez mayor: ya se han registrado siete casos este año.
Hace apenas tres meses desaparecieron Ricardo Lagunes y Antonio Díaz Valencia, defensores de las regiones de Michoacán y Colima, y ​​continúa su búsqueda.
México inició en 2023 con el asesinato de cuatro ambientalistas: Remigio de la Cruz, Isaul Nemecio Zambrano, Miguel Estrada Reyes y Rolando Magno Zambrano, todos en enero. En febrero fue asesinado Alfredo Cisneros Madrigal, líder indígena protector de los bosques purépechas en el estado de Michoacán.
El 5 de abril fue asesinado en San Juan Huitzontla, Michoacán, Eustacio Alcalá Díaz, quien se oponía al uso de las minas, y recién este mes, el 14, el ambientalista Juan Medina, quien lideró la lucha contra las empresas mineras en ese estado.
Ambientalistas fueron asesinados en 2020-2022
18 ambientalistas murieron en 2020; En 2021, había 25 de ellos; y 24 fueron asesinados en 2022. Además, hubo 582 ataques, como el de Homero Gómez González, maderero y conservacionista de la mariposa monarca en Michoacán, asesinado en enero de 2020. Fidel Heras Cruz, agricultor y defensor de la minería Río Verde empresa en Oaxaca fue asesinada en enero de 2021. O José Isaac Santos, agricultor y candidato a comisionado ejidal en Ayotitlán, Jalisco, desaparecido en abril de 2022.
Guerrero encabeza la lista de entidades con mayor número de ambientalistas asesinados, y el sector minero es el más involucrado en estos ataques.
Global Witness afirma que América Latina sigue siendo la región más peligrosa para el activismo ambiental: 1.733 asesinatos documentados de activistas en la última década; El 68% ocurrió en América Latina. México figuraba en la lista de lugares más mortíferos, por debajo de países como Brasil o Colombia.