Se descarta una erupción mayor del Popocatépetl

De acuerdo con expertos de la UNAM, la actividad del coloso es la misma que se ha visto desde hace 27 años.

Investigadores del Instituto Geofísico de la UNAM han determinado que la probabilidad de una erupción mayor del volcán Popocatépetl es baja, además de que este periodo de reactivación es similar al que ha registrado el coloso en los últimos 27 años.

Advirtieron que esta reactivación, con erupciones relativamente más pequeñas, ricas y frecuentes, es la misma que se da desde 1996. Así lo explicó Servando de la Cruz Reyna, investigador del departamento de vulcanología del citado instituto.

En concreto, el episodio actual comienza en 1994, tras otro episodio similar en 1919. Desde 1996, en el interior del cráter del volcán comenzaron a formarse una serie de copas de lava, que crecieron hasta cierto volumen y fueron destruidas por explosiones. Hemos observado este fenómeno unas 86 veces desde 1996, no estamos ante una nueva fenomenología.

Los investigadores enfatizaron que existen mecanismos de respuesta para manejar eventos volcánicos a través de la Luz de Advertencia Volcánica, que actualmente es Ámbar Etapa 3.

Y aunque dijeron que la probabilidad de una gran erupción del Popocatépetl es baja, se ha fortalecido el monitoreo y se ha convocado a un comité asesor científico en sesión permanente para proporcionar datos y análisis precisos del volcán.

De la Cruz Reyna agregó:

Todo apunta a la probabilidad de que la actividad se mantenga similar a la que hemos visto en los últimos 27 años, que la actividad se desarrolle a niveles más altos.

El vulcanólogo de la UNAM Robin Campion reveló que las emisiones de dióxido de azufre del volcán se han acelerado en los últimos meses.

Este aumento gradual, que ya ha alcanzado valores muy altos, es bastante similar a lo ocurrido en 2012 y fue básicamente el comienzo de un período de dos años de alta actividad, por lo que este es el escenario más probable. que podemos esperar

Carlos Gutiérrez, director de investigación del Centro Nacional para la Prevención de Desastres, explicó que el volcán Popocatépetl está muy bien monitoreado con los siguientes equipos:

10 estaciones sísmicas.

3 estaciones meteorológicas
2 sensores de sonido para estimar explosiones.

5 dispositivos para evaluar la deformación del cuerpo volcánico y
5 cámaras de señal fija.

Y esperaban que la caída de ceniza en la Ciudad de México se intensificara en junio y julio.